La edición con el presupuesto más bajo de la historia del festival mejora las cifras de espectadores y eleva el listón de calidad según la opinión general
El Festival de Cine de Huesca finaliza hoy con la sección Todos los niños al Festival y la sesión especial de los cortometrajes premiados en el Teatro Olimpia a las 19.00 horas.
La edición más recortada y con el presupuesto más bajo de la historia del festival (150.000€ frente a los 700.000€ del 2009) no solo superará en cifras de espectadores a las registradas en los últimos años, sino que se ha revelado, a juicio de la prensa cinematográfica especializada, los jurados y los propios directores a concurso, como una de las más redondas del panorama nacional si nos atenemos a la calidad de los trabajos seleccionados -un total de 102 cortometrajes- para la competición en los tres concursos del festival: Iberoamericano, Internacional y Documental.
La valoración artística o cinematográfica de la 41 edición no puede ser más positiva. “La verdad es que ha gustado mucho. Quizá no soy yo quien debería emitir este juicio de valor, pero lo cierto es que he recibido muchas felicitaciones y críticas generales muy positivas sobre el nivel cinematográfico y la selección de cortometrajes, tanto por parte de los jurados como de los propios realizadores en competición”, resumía ayer Montse Guiu, presidenta de la Fundación del Festival de Cine de Huesca poco antes de que comenzara la gala de clausura. “La satisfacción es plena. Creo además que ha sido un acierto el concentrar los concursos en cuatro días”.
Una de las secciones paralelas que más ha calado ha sido Cine bajo las estrellas, que ha registrado un lleno absoluto en sus tres sesiones nocturnas y se ha convocado como lugar de encuentro e intercambio de directores, organización y visitantes vinculados al mundo del cine. “Empezó como experiencia el año pasado y ha creado mucha expectación”.
Respecto a los homenajes de la edición de 2013: Adolpho Arrieta (Premio Luis Buñuel) y José Antonio Sistiaga (Directores de Culto), sobre los que, en ambos casos, se ha proyectado una amplia selección de sus trabajos con escasa asistencia de público, el equipo organizador del festival tenía claro que iba a ser así. “El cine minoritario y experimental debe ser una apuesta del festival”, explicó Ricardo García Prats, secretario de la fundación, “aunque sepamos que sea difícil que cuente con el respaldo mayoritario del público”. “En realidad”, dijo García Prats, “como festival estamos obligados a ofrecer este tipo de cine para minorías. Son este tipo de trabajos pioneros y experimentales los que sirven de base y referencia para otro tipo de cine más comercial o más aceptado por el público”, resumió.
Respecto a los ciclos de cortometraje colombiano (selección del Festival Bogoshorts) y del CUEC mexicano (la escuela de cine más importante de latinoamérica), Montse Guiu incidía en el papel de los festivales: “es casi una obligación recuperar trabajos que normalmente no se pueden ver y, en estos dos casos, además, cumplíamos con la vocación iberoamericana que desde los inicios tiene este festival”.
Por último, la organización del festival incidió en el progresivo papel que el cine aragonés tiene en la cita oscense, ya que en 2013 se han programado dos sesiones de cortometrajes en Cine bajo las estrellas (Video realizadores oscenses y estudiantes de la Universidad de San Jorge), y el sábado se completó la sección Aragón en el Cine con la proyección de diez cortometrajes de factura aragonesa en la sesión de las 13.00 horas de la DPH, y con el largometraje La vida inesperada, de Gaizka Urresti, por la tarde.
Cifras de público
A falta de computar las dos sesiones de hoy y con una estimación a la baja de estas dos citas, la 41 edición rondará los 4.000 espectadores, con lo que superará la afluencia de los últimos años a pesar de haber bajado de 52 a 40 proyecciones (sesiones) y de haber perdido prácticamente más de dos días completos (incluido un fin de semana y la gala inaugural). Por todo ello, las cifras no pueden ser más positivas.
Para Montse Guiu, “aunque la cifra de espectadores no es un objetivo en sí mismo para el festival, dado que su vocación principal es otra, no cabe duda de que siempre son estimulantes y suponen un respaldo al trabajo realizado”, indicó.
El viernes 14 de junio se alcanzó la mejor cifra de afluencia, con 899 espectadores, repartidos entre la sección oficial, Una mirada global y Cine bajo las estrellas. En 2012, el tope de espectadores también se alcanzó el viernes, con 555.