PREMIO LUIS BUÑUEL
CHARO LÓPEZ

Charo López (Salamanca, 28 de octubre de 1943) tuvo clara su vocación desde los 17 años. Mientras estudiaba Filosofía y Letras en su ciudad natal dio sus primeros pasos con el Teatro Español Universitario y cuando trabajaba como profesora conoció al cineasta Gonzalo Suárez, que le propuso rodar con él Ditirambo (1967), lo que hizo que su vida diera un giro. Con él ha trabajado en otros siete largometrajes, y desde entonces ha trabajado en infinidad de producciones de la mano de los directores más prestigiosos de nuestro país.
Fue el también laureado escritor y articulista español Manuel Vicent quien la definió como “el símbolo de la luz al final del túnel del franquismo”. Dentro de su trabajo en televisión, encarnó a Mauricia en la serie Fortunata y Jacinta (1980), pero su interpretación de Clara Aldán en la serie Los gozos y las sombras (1982) la hizo famosa, le proporcionó el éxito, y a partir de ahí fue encadenando muchos más en la gran pantalla.
Así, en su filmografía se sucedieron títulos como La colmena, de Mario Camus; Los paraísos perdidos, de Basilio Martín Patino; Tiempo de silencio, de Vicente Aranda; Lo más natural, de Josefina Molina; Kika, de Pedro Almodóvar; Ánima, de Titus Leber; Plenilunio, de Imanol Uribe; o más recientemente Baby, de Juanma Bajo Ulloa.
Charo López también ha tenido proyección en América Latina ya que a finales de los 80 recorrió los escenarios teatrales argentinos con Una jornada particular y Hay que deshacer la casa. En España, su mayor impacto en la escena teatral llegó con Tengamos el sexo en paz, a partir del texto de Darío Fo, y con su monólogo Ojos de agua, basado en La Celestina.
En 1997 deslumbró dando vida a María en Secretos del corazón, de Montxo Armendáriz, que le valió el Premio Goya a la mejor actriz de reparto y que además fue el filme nominado al Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa en la 70ª edición de estos galardones. Más recientemente ha participado en series de televisión, largometrajes como Baby de Juanma Bajo Ulloa e incluso en cortometrajes como Alas de tiniebla que la reunió de nuevo con Gonzalo Suárez, un trabajo que se estrenó en el propio Festival Internacional de Cine de Huesca.
En su palmarés aparecen otros reconocimientos como la Espiga de Honor de la Seminci de Valladolid, el Premio Ercilla de Teatro, cuatro Fotogramas de Plata, la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos, el Premio de la Unión de Actores, el premio Sant Jordi de Cine a la trayectoria profesional, tres TP de Oro o el Premio Nacional de Cinematografía Nacho Martinez del Festival Internacional de Cine de Gijón.
PREMIO LUIS BUÑUEL
El Premio Luis Buñuel es el premio a una carrera y a una vida profesional en el mundo del cine. Se instauró en 1998 recogiendo el sentir del Comité de Dirección, tras los homenajes que el Festival le dedicó en diversas ediciones a Buñuel y tras la aprobación de sus hijos Juan Luis y Rafael.
El trofeo inicial fue una creación del reconocido artista oscense Eduardo Cajal, realizado en bronce y desmontable. Representaba el dintel de una puerta y según el autor, se inspiró en su largometraje El Ángel Exterminador.
Nueve años después se cambió de imagen el trofeo, concretamente en la 34ª edición, a manos del artista zaragozano Fernando Sinaga. Fue un abanico desplegado que, según su autor, representa al mismo tiempo la “seducción” y la idea de “lo secreto y lo oculto”.
En la edición 42ª, la nueva dirección encargó al artista oscense Antonio Santos un nuevo trofeo. El nuevo galardón, bautizado como “La Corista”, rompía con el esquema clásico de trofeo. La obra diseñada por el escultor oscense Antonio Santos estaba compuesta por las diferentes partes que forman la figura de una corista.
Desde el año 2020, el diseñador del premio es el Premio Nacional de Diseño Isidro Ferrer, madrileño afincado en Huesca. El premio diseñado retrata una hormiga, esto nos cuenta el autor: “Es conocida la afición y formación entomológica de Luis Buñuel, también su inclinación por introducir distintos artrópodos en sus películas”. El listado que nutre su particular zoológico es extenso; arañas, escorpiones, cangrejos, mariposas, abejas, moscas, mosquitos, cucarachas, saltamontes, neurópteros, escarabajos. Esta variada fauna que salpica su extensa cinematografía es usada con intencionalidad simbólica. Quizá una de las escenas más icónicas y que mejor definen esta pulsión buñuelesca por los insectos sea la de las hormigas de su primera película Un perro Andaluz de donde sale la inspiración para la pieza que conforma este premio-homenaje.
Entre las personalidades más destacadas que ha recibido el galardón, se encuentra José Luis Borau (1998), Michel Piccoli (1999), Silvia Pinal (2000), Patrice Leconte (2001), Aki Kaurismaki (2002), Jerzy Kawalerowicz (2003), Jean Troell (2004), André Techiné (2005), Pedro Armendáriz Jr. (2006), Vittorio y Paolo Taviani (2007), Bertrand Tavernier (2008), Theo Angelopoulos (2009), Angela Molina (2010), Elías Querejeta (2011), Stephen Fears (2012), Adolpho Arrietta (2013), Carlos Saura (2014), Laurent Cantet (2015), Jean Claude Carrière (2016), Costa Gavras y Alex de la Iglesia (2017), José Sacristán (2018), Marisa Paredes (2019), Isabel Coixet (2020), Gonzalo Suárez (2021), Terry Gilliam (2022), Aitana Sánchez-Gijón (2023) y Victoria Abril y Víctor Erice (2024).