Entrega del Premio Luis Buñuel a TERRY GILLIAM

Largometraje “EL HOMBRE QUE MATÓ A DON QUIJOTE” de Terry Gilliam. Reino Unido. 133’.

Con presencia del director.

El hombre que mató a don Quijote
THE MAN WHO KILLED DON QUIXOTE
España, Bélgica, Portugal, Reino Unido. 2019. 132’. Ficción

Dirección: Terry Gilliam. Guion: Terry Gilliam, Tony Grisoni. Producción: Mariela Besuievsky, Amy Gilliam, Gerardo Herrero. Producción ejecutiva: Alessandra Lo Savio, Giorgia Lo Savio, Jeremy Thomas, Javier López Blanco. Edición: Teresa Font, Lesley Walker. Arte: Alejandro Fernández, Gabriel Liste. Fotografía: Nicola Pecorini. Música Original: Roque Baños. Sonido: Simon Jamart. Vestuario: Lena Mossum. Reparto: Adam Driver, Jonathan Pryce, Olga Kurylenko, Stellan Skarsgard, Óscar Jaenada.

Toby, un cínico director de publicidad, se ve envuelto en los estrafalarios delirios de un viejo zapatero español que se cree el mismo Don Quijote. A lo largo de sus aventuras, cada vez más surrealistas, Toby se ve abocado a enfrentarse con las trágicas repercusiones de la película que rodó cuando era un joven idealista; una película que cambió los sueños y esperanzas de un pequeño pueblo español para siempre. ¿Podrá Toby reparar los daños y recuperar su propia humanidad? ¿Podrá Don Quijote sobrevivir a su propia locura y muerte inminente? ¿El amor lo conquistará todo?

Terry Gilliam

Estados Unidos, 1940. Más de cuarenta años haciendo un cine impactante e imaginativo que reta a los espectadores a ver el mundo de otro modo. Nacido en Minneapolis, Gilliam se instaló en Londres en los años 60 donde se convirtió en uno de los miembros de los famosos Monty Python. Como director en solitario, ha firmado 14 largometrajes entre los que se encuentran películas tan fundamentales como Brazil (1985), un icono de la ciencia ficción, Las aventuras del barón Munchausen (1988), El rey pescador (1991) o Doce monos (1995). Ha dirigido también dos óperas de Héctor Berlioz con gran éxito. Sus proyectos acerca del Quijote acumulan un anecdotario repleto de imprevistos y pequeñas catástrofes que, sin embargo, no han conseguido apaciguar su genio creativo. El cineasta sigue viviendo Londres, y ahora que El Quijote ha salido de su vida, espera con ansiedad muchos meses de depresión postnatal.