Conocer el amor a los cincuenta a través de Internet y recorrer el país para encontrarlo. Hasta aquí, la historia bien podría ser un capítulo de la vida de cualquiera. En este caso es Betina quien abandona su cotidianidad y cruza el país para llegar a un lugar apartado del mundo, terminar con la virtualidad y pasar sus días con ese amor repentino. Esa es la historia de cuenta ‘La Mina de Oro’, cortometraje ganador del Danzante de Oro del Concurso Iberoamericano y del Premio de la Crítica, en 2010.
Por norma, el cortometraje supone la primera aproximación a la narración audiovisual para quien se esté iniciando en este campo, al tiempo que sirve de entrenamiento en la técnica y en la producción audiovisual. Por tradición, está muy ligado al proceso de aprendizaje como camino a la profesionalización, al margen de que se produzca el salto al largometraje o no.
Hoy, la búsqueda de la viralidad, el consumo rápido de contenido on-line y una población con una mirada cada vez más educada para lo audiovisual proporcionan, quizás, el contexto más favorable para aproximarse a estas historias cortas.
Es por todo ello que el Festival Internacional de Cine de Huesca se adentra en una nueva línea que vehicula, a través de la labor docente y educativa que se desarrolla en los institutos, el acercamiento del cortometraje a la población adolescente, a día de hoy grandes consumidores de vídeos on-line.
De la mano de Ángel Gonzalvo y bajo el marco del programa educativo del Gobierno de Aragón ‘Un día de cine‘, Azucena Garanto, directora del festival conversará con el alumnado durante un encuentro en el que además de explicar la historia y alcance del festival se analizarán aspectos artísticos y técnicos de la obra, ‘La mina de oro’ para esta primera sesión.
El alumnado contarán así mismo con el asesoramiento a nivel académico de los coordinadores de la actividad, que servirá de respaldo a quienes deseen desarrollar su faceta artística en este campo. El festival tiene previstas varias sesiones en diferentes institutos, para lo que se servirá de cortometrajes premiados en la pasada edición del certamen. Leo y su dilema con el valor, la curiosidad de Camilia ante la incipiente adolescencia y la incertidumbre de Lea ante el extraño comportamiento de su padre serán la historias, junto a la de Betina, que sirvan de puerta de entrada al cortometraje y también al festival.
‘Os meninos do rio’, del aragonés Javier Macipe (Premio Especial Cacho Pallero). En el barrio de la ribera de Oporto todos los niños demuestran su valor saltando desde el imponente puente Luis I, al río Duero. Leo nunca lo ha hecho, él es diferente, pero empieza a cansarse de que todos piensen que es un cobarde.
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‘Alles wird gut (Everything Will Be Okay)’, del austriaco Patrick Vollrath (Premio Especial Alberto Sánchez) y nominado a los Premios Oscar 2016. Como todos los segundos fines de semana, el padre de Lea pasa algunas horas con su hija. Él la quiere muchísimo, igual que ella a él. Pero poco a poco Lea tiene la sensación de que en esta ocasión algo no va bien.
‘Verano 98’, de la chilena Valentina Azúa (Premio Jinete Ibérico). Verano de 1998, Camila (11) es una niña curiosa que esconde celosamente un secreto, durante un fin de semana sus padres la dejan al cuidado de sus hermanas mayores. La convivencia de tres hermanas adolescentes, el primer beso y un álbum de láminas de «Backstreet Boys» marcan el fin de la niñez.